Grupo 3: Ignacio Fierro, Micaela Ferrari, Julia Lorenzi, Lucas Vives
En la clase del miércoles 16 de mayo examinamos, por un lado, los inicios de la radio y la televisión en nuestro país y luego las leyes existentes respecto a estos medios a lo largo de la historia, como así también los cambios que fueron sufriendo a través de los diferentes gobiernos.
Surgimiento de la radio:
La primera emisión de radio de América Latina tuvo lugar en nuestro país, el 27 de agosto de 1920 desde el Teatro Coliseo de Buenos Aires. Estuvo a cargo de cuatro estudiantes de medicina, radioaficionados, a quienes se los conoció como “Los locos de la azotea”, ya que desde el techo del edificio lograron transmitir una ópera en vivo. Fue un acontecimiento de carácter experimental que surgió, de este modo, por una iniciativa privada.
“Los locos de la azotea” crearon Radio Argentina, la primera emisora de radiodifusión. Más tarde surgieron otras estaciones importantes como Mitre, Rivadavia, Splendid, El Mundo y Belgrano. Ésta última fundada por Jaime Yankelevich, considerado el empresario más importante de este medio en aquel entonces. Las primeras transmisiones, por lo general, eran de música, fútbol, boxeo, deporte en general, opera y radioteatro.
En aquel momento el Estado no regulaba la radio, sólo existía una reglamentación para el telégrafo y no se pensaba en políticas a largo plazo. Las fuentes de financiamiento surgían de la venta de publicidad y de la ganancia cruzada por la venta de aparatos y de la colaboración de algunos radioaficionados. El financiamiento de la radio fue un motivo de discusión y polémica durante esos años, ya que los medios gráficos se oponían a la venta de publicidad en el espacio radial.
En los años 30’ creció rápidamente el número de emisoras y aparecieron los primeros proyectos para la regulación del medio, sin embargo, ninguno llegó a ser discutido. Pese a esto, vale aclarar que ya se hablaba de dos modelos diferentes: el de Estados Unidos y el de Gran Bretaña. La radio argentina siempre se inclinó por el modelo norteamericano, de carácter privado y con financiamiento proveniente de publicidades. Mientras que el británico suponía un Estado regulador y conductor de un monopolio público, con cánones impositivos para la venta de aparatos.
Surgimiento de la televisión:
En 1951 apareció la televisión, por primera vez, con la transmisión del discurso de Eva Duarte de Perón el 17 de octubre (día de la lealtad peronista) de dicho año. El surgimiento de este medio fue iniciativa del Estado y se convirtió en un área prioritaria para Juan Domingo Perón, quien veía el valor de la comunicación en sentido estratégico, utilizando la TV como medio de difusión de la doctrina peronista.
Cabe destacar que Argentina fue el cuarto país en contar con televisión en América y el octavo en todo el mundo. Jaime Yankelevich también tuvo influencia en el desarrollo y la organización de la TV.
Las transmisiones fueron en blanco y negro hasta la creación de Argentina Televisión a Color (ATC) para el mundial de 1978. La llegada de la televisión provocó grandes cambios en las relaciones sociales, los hábitos de consumo y la administración del ocio y el tiempo libre.
Leyes y regulaciones:
En 1953 surgió el proyecto de la Ley de Radiodifusión 14.241, que fue el primer proyecto de ley relacionado a los medios discutido en la cámara de diputados y en democracia. Fue el comienzo de la radiodifusión entendida como “servicio de interés público”. La ley contemplaba un régimen de licencias que se otorgaban por 20 años a quienes fueran argentinos nativos o a sociedades privadas con un 70% de capital argentino. De esta manera, la evaluación para el otorgamiento de las licencias respondía al sentido nacionalista fomentado por el gobierno que, además, prohibiría todo aquel programa que no contribuyera a la unidad espiritual de la nación, que no fuera un exponente cultural, que perturbara el funcionamiento económico-financiero del país o que atenten contra el Estado. A partir de este proyecto se creó Canal 7. La ley fue aprobada y estuvo vigente hasta 2009. Hay algunas cuestiones que retoma la ley actual como la intransferibilidad de licencias, es decir, que las licencias no pueden ser cedidas ni total ni parcialmente por ningún título.
En 1973 nació el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER), ente regulador y fiscalizador de los medios. En 1980 surgió el decreto-ley 22.285 de la dictadura que tuvo vigencia hasta el 2009. Este decreto determinaba al COMFER como autoridad reguladora de los medios compuesta por los tres comandos en jefe de las fuerzas armadas. Sin embargo, había un asesoramiento por parte de empresarios privados que, obviamente, favorecía a la postura de la libertad de mercado.
En 1983 esta ley entró en contradicción por el retorno de la democracia. En el gobierno de Raúl Alfonsín se buscó una transformación profunda en el campo de la comunicación, aunque sin grandes conquistas. Pese a la intención de realizar una nueva ley de radiodifusión, no hubo consenso entre los partidos políticos y finalmente no pudo llevarse a cabo. Por otro lado. se suspendió el plan ARA, que incluía una reestructuración de frecuencias de todas las emisoras del país y, ante esto, surgieron muchas radios truchas y se estableció un sistema de tipo feudal. Hay que tener en cuenta el contexto de su gobierno, como la hiperinflación, el fracaso del Plan Austral, la reducción de salarios, la pérdida de empleo y las huelgas obreras.
Con el menemismo la ley 22.285 sufrió tantos cambios que incluso se desnaturalizó el objetivo de la ley original. La principal consecuencia de la modificación de la ley hecha por Menem fue que las normas quedaron a los pies del mercado. La modificación del artículo 45 permitió a los dueños de medio gráficos que se pasen a medios electrónicos, lo cual permitió indudablemente la concentración de medios. La modificación del artículo 43 fue la última y la que causó más daño: elevó el número de licencias en manos de una sola empresa (pasó de 4 a 24) y se terminaron de constituir los grandes grupos mediáticos.
Durante el gobierno de Menem también se promulgaron la Ley de reforma del Estado y la Ley de Emergencia económica. Las principales consecuencias tuvieron que ver con la privatización de importantes radios y canales de TV, con la desaparición de restricciones a la propiedad y finalmente con el permiso para que los capitales extranjeros ingresen al campo de las comunicaciones.
Al finalizar con la explicación resumida anteriormente, conversamos sobre el Trabajo Práctico Nº2 que comienza a exponerse el 30/5.
En la clase del miércoles 16 de mayo examinamos, por un lado, los inicios de la radio y la televisión en nuestro país y luego las leyes existentes respecto a estos medios a lo largo de la historia, como así también los cambios que fueron sufriendo a través de los diferentes gobiernos.
Surgimiento de la radio:
La primera emisión de radio de América Latina tuvo lugar en nuestro país, el 27 de agosto de 1920 desde el Teatro Coliseo de Buenos Aires. Estuvo a cargo de cuatro estudiantes de medicina, radioaficionados, a quienes se los conoció como “Los locos de la azotea”, ya que desde el techo del edificio lograron transmitir una ópera en vivo. Fue un acontecimiento de carácter experimental que surgió, de este modo, por una iniciativa privada.
“Los locos de la azotea” crearon Radio Argentina, la primera emisora de radiodifusión. Más tarde surgieron otras estaciones importantes como Mitre, Rivadavia, Splendid, El Mundo y Belgrano. Ésta última fundada por Jaime Yankelevich, considerado el empresario más importante de este medio en aquel entonces. Las primeras transmisiones, por lo general, eran de música, fútbol, boxeo, deporte en general, opera y radioteatro.
En aquel momento el Estado no regulaba la radio, sólo existía una reglamentación para el telégrafo y no se pensaba en políticas a largo plazo. Las fuentes de financiamiento surgían de la venta de publicidad y de la ganancia cruzada por la venta de aparatos y de la colaboración de algunos radioaficionados. El financiamiento de la radio fue un motivo de discusión y polémica durante esos años, ya que los medios gráficos se oponían a la venta de publicidad en el espacio radial.
En los años 30’ creció rápidamente el número de emisoras y aparecieron los primeros proyectos para la regulación del medio, sin embargo, ninguno llegó a ser discutido. Pese a esto, vale aclarar que ya se hablaba de dos modelos diferentes: el de Estados Unidos y el de Gran Bretaña. La radio argentina siempre se inclinó por el modelo norteamericano, de carácter privado y con financiamiento proveniente de publicidades. Mientras que el británico suponía un Estado regulador y conductor de un monopolio público, con cánones impositivos para la venta de aparatos.
Surgimiento de la televisión:
En 1951 apareció la televisión, por primera vez, con la transmisión del discurso de Eva Duarte de Perón el 17 de octubre (día de la lealtad peronista) de dicho año. El surgimiento de este medio fue iniciativa del Estado y se convirtió en un área prioritaria para Juan Domingo Perón, quien veía el valor de la comunicación en sentido estratégico, utilizando la TV como medio de difusión de la doctrina peronista.
Cabe destacar que Argentina fue el cuarto país en contar con televisión en América y el octavo en todo el mundo. Jaime Yankelevich también tuvo influencia en el desarrollo y la organización de la TV.
Las transmisiones fueron en blanco y negro hasta la creación de Argentina Televisión a Color (ATC) para el mundial de 1978. La llegada de la televisión provocó grandes cambios en las relaciones sociales, los hábitos de consumo y la administración del ocio y el tiempo libre.
Leyes y regulaciones:
En 1953 surgió el proyecto de la Ley de Radiodifusión 14.241, que fue el primer proyecto de ley relacionado a los medios discutido en la cámara de diputados y en democracia. Fue el comienzo de la radiodifusión entendida como “servicio de interés público”. La ley contemplaba un régimen de licencias que se otorgaban por 20 años a quienes fueran argentinos nativos o a sociedades privadas con un 70% de capital argentino. De esta manera, la evaluación para el otorgamiento de las licencias respondía al sentido nacionalista fomentado por el gobierno que, además, prohibiría todo aquel programa que no contribuyera a la unidad espiritual de la nación, que no fuera un exponente cultural, que perturbara el funcionamiento económico-financiero del país o que atenten contra el Estado. A partir de este proyecto se creó Canal 7. La ley fue aprobada y estuvo vigente hasta 2009. Hay algunas cuestiones que retoma la ley actual como la intransferibilidad de licencias, es decir, que las licencias no pueden ser cedidas ni total ni parcialmente por ningún título.
En 1973 nació el Comité Federal de Radiodifusión (COMFER), ente regulador y fiscalizador de los medios. En 1980 surgió el decreto-ley 22.285 de la dictadura que tuvo vigencia hasta el 2009. Este decreto determinaba al COMFER como autoridad reguladora de los medios compuesta por los tres comandos en jefe de las fuerzas armadas. Sin embargo, había un asesoramiento por parte de empresarios privados que, obviamente, favorecía a la postura de la libertad de mercado.
En 1983 esta ley entró en contradicción por el retorno de la democracia. En el gobierno de Raúl Alfonsín se buscó una transformación profunda en el campo de la comunicación, aunque sin grandes conquistas. Pese a la intención de realizar una nueva ley de radiodifusión, no hubo consenso entre los partidos políticos y finalmente no pudo llevarse a cabo. Por otro lado. se suspendió el plan ARA, que incluía una reestructuración de frecuencias de todas las emisoras del país y, ante esto, surgieron muchas radios truchas y se estableció un sistema de tipo feudal. Hay que tener en cuenta el contexto de su gobierno, como la hiperinflación, el fracaso del Plan Austral, la reducción de salarios, la pérdida de empleo y las huelgas obreras.
Con el menemismo la ley 22.285 sufrió tantos cambios que incluso se desnaturalizó el objetivo de la ley original. La principal consecuencia de la modificación de la ley hecha por Menem fue que las normas quedaron a los pies del mercado. La modificación del artículo 45 permitió a los dueños de medio gráficos que se pasen a medios electrónicos, lo cual permitió indudablemente la concentración de medios. La modificación del artículo 43 fue la última y la que causó más daño: elevó el número de licencias en manos de una sola empresa (pasó de 4 a 24) y se terminaron de constituir los grandes grupos mediáticos.
Durante el gobierno de Menem también se promulgaron la Ley de reforma del Estado y la Ley de Emergencia económica. Las principales consecuencias tuvieron que ver con la privatización de importantes radios y canales de TV, con la desaparición de restricciones a la propiedad y finalmente con el permiso para que los capitales extranjeros ingresen al campo de las comunicaciones.
Al finalizar con la explicación resumida anteriormente, conversamos sobre el Trabajo Práctico Nº2 que comienza a exponerse el 30/5.
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